El ser humano es experto en el "todo vale" y la capacidad de sacar las mas extremas consecuencias de esto, es lo que llamamos razón, y es ésta la que diferencia al hombre de las bestias. Así el "todo vale" es la escencia misma de la condición humana, y cabe mencionar que realmente se refiere a "todo" pues el hombre, es el depredador total.
Durante el trancurso del tiempo hemos refinado el "todo vale", para concentrar fuerzas se ha decidido que en ocaciones es mejor que no todo valga, para aprender a limitarlo y sacar provecho de él. Y es correcto decir que al contrario del pensamiento de alguna gente, la humanidad se ha afirmado durante siglos y siglos a través de medios tan escandalosos como el canibalismo y el exterminio de adversarios; y la historia humana ha sido sobre todo, la historia de las guerras humanas.
Tomando como referencia que en los últimos cinco mil quinientos años se han producido catorce mil quinientas trece guerras que han costado mil doscientos cuarenta millones de vidas, es suficiente para darnos cuenta de que es imposible separar las guerras de las sociedades humanas, y es aquí donde nos enfrentamos con la realidad de ésta controversia: La guerra es "buena" desde el punto de vista colectivo, pues sirve para afirmar y potenciar los grupos humanos, pero es "mala" desde el punto de vista del individuo normal porque pone en peligro su vida y le carga de esfuerzos y dolores, así la única ventaja que les queda es que la guerra acaba con su aburrimiento.
A medida que las sociedades se van haciendo mas individuales y egoístas, la guerra ha ido perdiendo su encanto tradicional, y sólo en países atrasados se sigue conservando cierto ardor bélico, pero en aquellos mas desarrollados, ya nisiquiera hay ganas de revoluciones o guerras civiles. Salvo aquellos que son parte de un nacionalismo extremo que compatibiliza mas con el individuo moderno, siguen pensando en ello.
Entonces, con el panorama puesto de esta forma ¿no debería ya prohibirse la guerra? Pues de eso debería tratarse, de impedirla, aunque la actual actitud contra la guerra debe tomar en cuenta las circunstancias actuales o resignarse a la gesticulación autocomplaciente, pues para un "haber" debe existir necesariamente un miramiento de lo que "hay".
No hay comentarios:
Publicar un comentario