Este capítulo cuarto comienza describiendo el canto segundo de la Ilíada se dice que Aquiles es el más terrible de los guerreros griegos , pero se enfada con Agamenón y abandona el combate ya que este se ha prolongado diez años y ¿Qué deberán hacer las tropas aqueas?¿abandonar el combate y volver a casa o atacar un sin la ayuda de Aquiles?Pero cada una de estas posturas existen partidarios y detractores , en la tropa también se oyen voces discrepantes , más bien conatos de rebelión la que está encabezando por Tersites , un simple hombre que está harto de los abusos y caprichos del rey Agamenón. Tersites es partidario de volver a Grecia y dejar al orgulloso Agamenón solo con su botín el que se considera superior a todos los demás. Los reyes y los príncipes de cada uno de los pueblos griegos aliados habían llegado al trono por los caminos habituales ya que destacaban por su fuerza o por su astucia y provenían de las familias con derecho de sangre (especificando que los espermatozoides dan algo de derecho en la política).Cuando se embarcaron todos se sentían iguales a los demás héroes aunque aceptaron como jefes a Agamenón, por razones militares también porque convocado a recuperar a su cuñada Helena (esposa poco fiable de su hermano Menelao)
Agamenón se extralimito en sus privilegios de jefes ocasional y ofendía a una de sus iguales al héroe Aquiles. Los jefes Aqueos se pusieron de acuerdo a que fin de cuentas se hiciera lo que la mayoría decidiera, pero si alguno decidía irse nadie se lo impedía. El sibilino Ulises abogo por Agamenón como autoridad única, por razones de utilidad circunstancial no por el derecho genealógico o divino para imponerse como jefe, esta opinión sensata que tenia Ulises de decir que se le debe obedecer a un solo líder, de igual forma Aquiles se retira del combate cuando se cansa y nadie tiene la autoridad suficiente para ordenarle volver a la guerra.
Los jefes aqueos se consideraban iguales hablaban como iguales, discutían y decidían como iguales (las jerarquías no importaban) y no admitirían a un jefe supremo mas si en tanto les convenía y solo si se comportaba de modo aceptable, el autor se hace la siguiente pregunta ¿de dónde saca él que existe algo de democracia con semejante abuso de los poderosos?”Tu santa indignación”, esto demuestra lo arraigado que tenemos el principio de que todos los individuos deben tener por igual voz y voto en las cuestiones de organización política, sea cual fuese su clase social, su familia, su sexo, esta idea revolucionaria no llego de golpe si no a base de sucesivos pasitos históricos, algunos separados entre sí por siglos enteros. En este largo proceso, el primer paso fue el más difícil también el que exigió cierta locura entre quienes se atrevieron a darlo. Los griegos estaban un poco locos y en su genial locura nos alimentamos todavía nosotros .Afortunadamente.
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